Más del 90% de nuestro tiempo lo pasamos en el interior de espacios, lo que supone que gran parte de nuestra vida transcurre en la oficina, en nuestra vivienda, en el coche, en el transporte público…
De la necesidad de encontrar el confort y comodidad en la manera en que el ser humano se desenvuelve en estos lugares, nace la neuroarquitectura, una nueva rama de la arquitectura que, combinada con la ciencia, busca comprender de qué forma el entorno modifica nuestra conducta, emociones o pensamientos, siendo su objetivo analizar y explicar cómo afecta la arquitectura en el estado de ánimo del ser humano.
Esta variante de la arquitectura establece aspectos clave para distribuir o decorar los espacios, logrando así que la mente se encuentre en un estado de relajación óptimo, huyendo del estrés y la negatividad. Desde Tasafy te damos una serie de consejos para poder configurar tu vivienda de la mejor manera posible:
- Iluminación: la luz artificial genera un ambiente más frío que la luz natural, obligando al cerebro a esforzarse más y repercutiendo negativamente en su productividad. Sin embargo, la luz natural fomenta la concentración de los individuos e incrementa la sensación de contacto con el exterior.
- Espacios verdes: disponer de zonas verdes en nuestro espacio de trabajo o vivienda, ayuda a nivelar la ansiedad y a evitar la sensación de encierro.
- Color: el estado de ánimo se ve muchas veces condicionado por los colores. Es importante estudiar la psicología del color para establecer los efectos que tiene cada tonalidad en nuestro comportamiento y así, emplearlos de tal manera que nos beneficien. Los tonos verdes, amarillos o azules son los que nos aportan más tranquilidad y relajación por su relación con la naturaleza y el medio, mientras que los tonos más rojizos influyen en la concentración.
- Elementos arquitectónicos: la altura de los techos, los ángulos de los espacios o las formas empleadas para el diseño de estos también tiene repercusión en nuestro cerebro. Los techos altos y los ángulos rectangulares proporcionan al espacio una sensación de amplitud, evitando una situación de estrés o agobio. Por otro lado, los techos más bajos y los ángulos cuadrados trasnmiten una percepción más pequeña del espacio.
Después de conocer estos consejos, ya puedes decorar tu casa para conseguir un mayor confort y comodidad.